sábado, 6 de marzo de 2021

Huevos revueltos. Capítulo 55


 Oto aprovechó que Héctor no estaba en la oficina y le pidió a la secretaria de Jaime uno de los socios y amigo de Héctor, para reunirse con él.

Ella lo anotó para dentro de un par de horas pues tenía reunión con unos clientes.

Mientras esperaba para hablar con Jaime, revisaba unos documentos en la computadora. Recibió un mensaje de Héctor.
-Apenas son las nueve de la mañana y cargo un estrés y un dolor de cabeza terrible. Hoy quiero quedarme contigo.-
-Por mí te puedes quedar siempre amor, te amo-
-¿Cocinamos o compramos comida?-
-Compramos, así no tienes que cocinar ni lavar tanto,  además no he hecho mercado, no hay nada en el apartamento-
-Ay vale mal comienzo ahora que vives solo jajajajaja-
-Jajajaja gafo, ahora pido el mercado por internet.
-Hablar contigo me baja el estrés. Te amo mi amor, nos vemos en la tarde, sigo ocupado, besos-

Se puso a hacer la compra por internet cuando la secretaria lo llamó para decirle que ya podía entrar al despacho. Hizo la compra rápido, pagó y se levantó.
-Coño no está el marido, va y habla con Jaime, este carajito es un trepador.
-Mijo pero tú le tienes una envidia horrorosa a Oto ¿Te gusta?.
-¿Qué te pasa?

-Hola Jaime gracias por atenderme.
-La verdad que me sorprendiste, todo lo relacionado con el bufete y todo en general lo hablas con Héctor por razones obvias.
-Si...pero como no está aproveché para conversar contigo, además aquí chismean e inventan cosas, me dicen que entré palanqueado.
-¿Palanqueado? Héctor ni sabía que habías optado por el puesto.
-No seré yo quien se los explique, en fin de eso hace 5 años Jaime soy el más viejo aquí de los abogados razos y me gustaría que revisaran mi sueldo para un ajuste por antigüedad.
-Vaya...¿desde cuándo no revisamos tu sueldo?
-Dos años, no me quejo, pero ahora me he independizado por completo, vivo solo y tengo que pagar alquiler, servicios y...
-Ya, ya...no tienes que decírmelo. Vamos a revisar la nómina completa y prometido que tú sueldo será ajustado y, por qué has llevado casos importantes, recibirás una bonificación extra por los casos cerrados y ganados. Por supuesto será con retroactivo a tres meses.
-Muchas gracias Jaime.
-Sabes que Héctor se va a molestar por esto. No por el aumento, sino que no se lo consultaste a él.
-Pero no tienes porque decirle nada, simplemente fue una revisión de nómina como me dijiste.
-Sabes que todo lo que ocurre en este bufete se sabe. Nuestras reuniones, los casos, todo lo que pasa aquí adentro lo sabemos. Oto se puso pálido y comenzó a sudar frío.
-La razón por la que estás así de blanco como el papel, también lo sabemos Oto.
-Jaime...yo...Héctor...
-He sido el cabrón de su relación, esas grabaciones están borradas, no te preocupes, nadie las ha visto.
-Que pena contigo Jaime.
-Si te sirve para que te sientas mejor, yo también he traído para acá a una que otra mujer.
-Pero tú estás casado.
-Hector también. -Oto bajó la cabeza.
-Disculpa el comentario, entiendo perfectamente su relación.

Oto llegaba al apartamento que le había conseguido Héctor para que viviera ahí. A la media hora llegaba el mercado que había hecho. Se quedó en bóxers y se puso acomodar las cosas en los gabinetes, en eso llega Héctor que abre con las llaves que tiene él.
-Que ganas tenía de llegar y abrazarte mi amor. -Hector lo abrazaba por la espalda, Oto se volteó y se besaron.
-Yo también quería verte, me hiciste falta en el trabajo.
-¿Tanto me extrañabas que te reuniste con Jaime a pedir aumento de sueldo? ¿Por qué no hablaste conmigo?
-Porque la gente habla mucha pendejada Héctor, preferí que me vieran que hablé con Jaime y no siempre contigo.
-Tú me lo decias aquí en casa viendo tele y yo te subo el sueldo sin tanto peo.
-No quiero que me aumentes el sueldo porque te lo pido Héctor, sino porque lo merezco. Ahora más que nunca necesito dinero, tengo que pagar el alquiler de este apartamento. Y encima tiene piscina, eres un loco.
-Usted no necesita pagar alquiler.
-No Héctor, yo quiero pagar el alquiler. Quiero hacerlo yo.
-Mi amor, a ver, no necesitas pagar alquiler porque este apartamento lo compré para ti.
Oto dejó unas paquetes en el mesón y salió de la cocina.
-Amor, Oto, no te molestes, es un regalo.
-¿En serio Héctor? ¿Otro? La casa en Miami y ahora esto.
-Esto lo compré en remate, lo tenía el fondo de garantía de depósito para la venta en liquidación y aproveché.
-Te puede haber costado 2 dolares, Héctor pero no puedes ir por la vida comprando casas y regalándomelas. ¿Que viene ahora, un carro?
-Bueno, eso está pensado.
-¡No Héctor, no!
-Es broma, es broma. Pero igual tu carro hay que cambiarlo o meterlo en el taller para que lo arreglen completo. Vamos al cuarto hacer el amor, necesito relajarme. -Besó a Oto y mientras se besaban, caminaban a la habitación.

Ambos se desnudaron y entraron a la cama, se acariciaban, Oto le tocaba el pene a Héctor que aún no tenía erección. Volteó al hombre y se puso sobre él , le lamía las tetillas. Bajaba por el pecho besándolo, se detuvo en el ombligo y le metía la lengua, bajó a su pene que seguía flácido y se lo metió en la boca, lo succionaba y movía la lengua, poco a poco se iba poniendo duro y Oto mamaba más de prisa.
Cuando logro una erección completa, Oto se sentó sobre el pene pero perdió erección. El muchacho besó a Héctor y volvió a mamarlo, nuevamente el pene se puso duro y de nuevo Oto se sentó.
-¿Te pasa algo amor?
Héctor se sentó y Oto se echó a un lado.
-Disculpa amor, no estoy concentrado, tengo mil peos en la cabeza, el bufete, el caso de la empresa expropiada y encima...
-Ya, pero tranquilo, no te estreses, me hubieras dicho y no hacemos nada, nos duchamos y nos acostamos.
-Hoy vino a mi casa con toda la desfachatez el viejo ese que se está cogiendo a Jimena. Imagínate tú, para desayunar juntos. Me tuve que ir de ahí sin desayunar.
Oto se salió de la cama.
-Por eso tu estrés de esta mañana. Todo este peo no es el bufete ni es la expropiación, es que Jimena se la coge otro que no eres tú, por eso mi novio no me puede coger hoy.
-Oto, entiende.
¿Qué entienda? ¿Entienda qué? Aprende de tu mujer que asumió tu bisexualidad con dignidad y los cachos, tanto así que se buscó otro hombre que le haga el amor cuando tú estás aquí ESO ES LO QUE TE ARRECHA HECTOR, QUE SE LA ESTAN COGIENDO Y NO TIENES EL CONTROL DE LA SITUACION.
-Coño, no lo digas así...Oto, no te molestes por favor, yo quiero paz en mi vida.
-Yo quiero exactamente lo mismo Héctor, pero me empeño en hacer las cosas mal. Lo que pasa es que uno no elige de quién se enamora porque sino no te hubiese parado bola nunca, nunca y me evitaba toda esta mierda.
-¿Nuestra relación te parece una mierda?
No llevamos ni un año y ya te parece una mierda. Te di dos viviendas y te parece todo una mierda.
-Te puedes meter las viviendas por el culo Héctor, no me interesan, no me importa tu dinero, me importas tú, pero ya veo que me estás es atando a ti con billete para que no me vaya de tu lado. -Oto comenzó a vestirse.
-¿Que haces?
-Me voy Héctor, me voy de tu apartamento, de tu vida y de esta mierda de relación que nunca debió ser y mañana pongo la renuncia, porque no quiero ni verte como jefe.
-No Oto, Oto, Oto, mi amor, no me dejes, no te vayas, vamos a hablar. -Lo abrazó.
-Suéltame Héctor, yo me voy a ir.
-¿Adónde vas a ir?
-No sé, Ya veré qué hago, no es tu problema.
-Te vas a casa de Ignacio ¿Verdad?
-Ah mira, no es mala idea. Así me coge ya que tú no puedes porque  tu mujer está con otro y así te estresas más.
-Cogió su billetera, el celular y las llaves del carro y se fue.

Héctor comenzó a llorar desconsoladamente, le dolía mucho la cabeza, sentía un fuerte dolor en el brazo y en el pecho. No podía respirar bien y como pudo marcó el número de Oto. El muchacho vio el número y dejó que repicara.
Haciendo un gran esfuerzo llamó a su hijo y, aguantando el dolor, le envió la ubicación y el nombre del edificio. Marcó el 911 pero ya no pudo hablar.







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