lunes, 29 de marzo de 2021

Huevos revueltos. Capitulo 78

 




Berta se había encargado de regar por todo la urbanización que Paula y Begoña se habían acostado con el cura, lejos de perjudicar al cura, pusieron en entredicho la reputación de las mujeres. Begoña llevó la peor parte pues su esposo, el dueño de la panadería, la golpeó.


-Padre Ramón hoy me tengo que quedar en casa para atender a mi familia, ya reclaman mi presencia.
-Tranquila, hoy vienen unos ingenieros que contrató la alcaldía para restaurar la iglesia y tengo que estar pendiente, preguntarle cosas y tengo que coordinar con ellos varios puntos junto al historiador de la parroquia, pero mañana te quiero temprano aquí y te quedes conmigo a dormir.
-Voy a ver cómo hago.
-Tú sabrás cómo hacerlo.

-Anda papi, llévame para tomarle fotos. Sabes que me gusta la fotografía, además te servirán para la construcción antes y después y así sacl la cámara con confianza. Me gusta hacer el registro fotográfico de la ciudad, uno nunca sabe cuándo nos puedan servir.
-A ti te gusta la fotografía, la ropa de mujer, la peluquería, el maquillaje. ¿Cuando te va a gustar el boxeo, el béisbol, una carrera de carros, la lucha libre?
-Me gustan los hombres que hacen ese tipo de cosas, es un avance. Papá eres bastante básico y de la edad media.
-Ok, te vienes conmigo, compórtate porque van más personas y está el cura de la iglesia, el historiador y otras personas vinculadas a la iglesia.
-Papi, yo voy a tomar fotos no a reunirme con esa gente, eso es contigo.
-Ve a ducharte y te vistes decente por favor.
-Gracias papi. -Raúl le dio un beso en la mejilla. -Mami, me voy con papi a la iglesia estoy super contenta.
-Que bueno mi amor, cuídate, luego me cuentas, voy a seguir durmiendo y deja de habler en femenino.

Raúl salía de su habitación. Traía unos pantalones grises skinny, unos zapatos fucsia, arriba una franela color guayaba y una chaqueta tipo torero de peluche rosado claro y lentes oscuros.
-¿Que entendiste tú cuando te dije que te vistieras decente?
-Ay papá, como me visto en otras ocasiones voy sencillito, no quiero llamar la atención en ese lugar que no conozco.
-Ya...bueno vámonos.

300 metros antes de llegar los detiene la Guardia Nacional.
-Buenos días ciudadano, ¿Hacia dónde se dirigen? 
-Vamos a la iglesia del Perpetuo Socorro que está cerca, soy parte del equipo de restauración que comienza hoy, aquí está el documento. -El Guardia sin leer el papel le pide los documentos del carro.
-¿Ustedes son familia, tienen un parentesco? -Raúl se agacha y le habla al guardia.
-Es mi Daddy.
-¿Su qué?
-Soy su papá.  -Coño de la madre este va a pensar que el carajito me lo estoy cogiendo. 
-Joven deme su cédula de identidad. -El guardia vio las dos cédulas, observó las fotos y los apellidos. -Todo en orden, pueden seguir.
-¿Vio que si es mi Daddy?
-¿Te quieres callar? Gracias oficial, buenos días. ¿Para que carajo le dices al guardia que debe ser más homofóbico que yo...
-Ah reconoces que eres homofóbico. -Lo interrumpe Raúl.
-Coño, como no serlo si te vistes como tú madre. Vas y le dices "es mi Daddy" ¿Que va pensar? Que te estoy cogiendo, que me chuleas. 
-¿Te da pena eso? Que piensen que eres gay.
Hubo un silencio. -Te pido Raúl que te comportes ¿Ok? No creo que sea tan difícil ocultar la mariquera un rato. -Se volteó a verlo, cuando vio tanto rosado se dio cuenta que iba a ser difícil. -Haz tu mejor esfuerzo.
-Si te vas a sentir mejor, yo me bajo primero y me alejo de ti, así no tienes que dar explicaciones y yo me pongo a tomar fotos. ¿Te parece?
-No quiero que me tomes a mal lo que te digo.
-Nooooo papi, ¿como crees? el hijo marica del ingeniero rechazada por su padre. Pero tranquilo papá, cuando me consiga a un Daddy con plata me voy a vivir con él y te olvidas de tu hija loquita y se te quita ese dolor de cabeza.
-¿Ese es tu proyecto de vida? Conseguirte una hombre que te mantenga.
-Chao, voy a tomar fotos.
-No creo que un hombre maduro quiera salir con un chico tan amanerado.
-Ay papi, los hay a patadas, ya verás que consigo uno.

Raúl se bajó del carro y caminó hacia la iglesia, en la entrada estaba varias personas junto a Ramón, el cura.
-Buenos días padre bendición. -Ramón lo vio de arriba a abajo con una media sonrisa. 
-Dios te bendiga hijo.
-Padre vine a tomar fotos de la iglesia para mí archivo, yo sé que Dios no acepta a los gais y todo eso ¿pero usted me dejaría entrar en un ratico a tomar fotos?
-Todos los hijos de Dios son bienvenidos, puedes entrar ahora sí lo deseas, la iglesia está cerrada pero pasa ahora pues esta gente va a entrar ahora a una inspección para la restauración.
-Ay gracias padre, lo haré lo más rápido posible, yo soy aplicadita y termino pronto. Bye.
-¿Dijo aplicadita? Parece una niña.
-Esa niña es mi hijo y se llama Raúl, buenas tardes señores, ¿Cómo les va? Padre, gusto en verlo de nuevo. Disculpen a mi hijo, quiso venir para tomar fotos.
-No te preocupes, ya le di permiso. Denme un chance para decirle algo a ¿Raúl?
-Si.
-Ok, vayan revisando si tienen dudas me avisan o el señor López que se sabe la historia de esta iglesia les cuenta.

Ramón entra a la iglesia y ve al chico agachado. El cura se para detrás de él haciéndole sombra.
-¡Ay padre que susto!
-No te asustes todavía, espera que te lleve atrás. No te vayas cuando termines tus fotos.

Ramón salió de la iglesia y Raúl se quedó adentro con una sonrisa y la cámara en una sola mano. Siguió tomando fotos.

Luego de cuatro horas de recorrido, información mutua, refrigerio y cuadrar los horarios para el comienzo de la restauración, se despidieron.
-¿Te vas a venir conmigo?
-No papi, yo me quedo porque quiero tomarle unas fotos al cura y otras fotos en las que necesito aparte de ayuda su autorización.
-Toma para que te regreses en taxi. Ni de vaina te vas a montar en autobús o metro con esa cámara.
-En el fondo me amas papi.
-Eres mi hijo coño y esa cámara me costó un riñón.

Se despidieron y Raúl se fue con el padre Ramón que le tenía puesto el brazo sobre sus hombros.
-¿Y usted vive aquí?
-Si, cerca del trabajo. No me trates de usted que te voy a coger.
-¿Y como me vas a coger?
-Comienza con quitarte la ropa.
-¿Me quieres ver desnudita?
Ramón le dio una cachetada. -Te dije que te quitarás la ropa.
-Violento el cura, me gusta.
Ramón fue al closet y sacó unos mecates.
-¿Me vas a amarrar? -Ramón se quitó el pantalón.
-Agáchate y mama. -Raúl se agacha, toma el pene con su mano y mirando a los ojos al cura, se introduce el pene en la boca mientras mueve la lengua, el chico se introducía todo el pene en la boca sin quitarle la mirada a Ramón. El cura lo tomaba con fuerza por el cabello mientras el chico continuaba mamando. -Ágarrame las bolas.
Raúl tenía tomado el pene y con la otra mano tocaba y halaba los testículos. Ramón lo levantó por el brazo. -Quítate, ¿eso es una pantaleta?
-Si, ya me la quito. -Se bajó la prenda y Ramón le vio el enorme pene.
-Tienes lo tuyo.
-¿Quieres mamarlo? -Otra cachetada y le dijo que se acostara en la cama boca abajo.
Ramón le amarró las muñecas a la cabecera de la cama y los tobillos en las esquinas de abajo. Le echó un chorro de lubricante entre las nalgas, restregó su pene y luego comenzó a penetrarlo.

-¿Te duele mariquita? Querías llevar güevo, aguanta nena. -Raúl tenía la cara arrugada mientras Ramón terminaba de introducir todo su pene y comenzaba a moverse.
Con sus manos apoyadas a los lados del cuerpo del chico, las piernas extendidas hacia atrás, subía y bajaba su cuerpo viendo cómo su pene entraba en Raúl.
Ramón se movía y se acostaba sobre Raúl con una penetración profunda moviéndose de manera circular provocando los gritos del chico.
Luego de 15 minutos moviéndose sobre el chico, el cura retiró el pene y lo desamarró. El chico se colocó boca arriba, Ramón se arrodilló cerca de la cara de Raúl para que este le mamara el pene. Lo tomó por el cabello y le movía la cabeza. Le retiró el pene para luego penetrarlo nuevamente, Raúl sostuvo sus piernas llevándola a su pecho para que su culo se abriera y se levantara. Ramón lo penetró viendo cómo lo hacía.

-¿Dónde quieres la lechita nenita?
-En mi cara papi. -Ramón empujó con fuerza y Raúl gritó. Sacó el pene y comenzó a masturbarse cerca de la cara.
-Lléname de leche papi, báñame. -Ramón le volvió a dar una cachetada y enseguida tres chorros cayeron en el rostro del chico, uno de sus ojos quedó tapado, su nariz, boca y barbilla destilaban líquido blanco. Ramón le restregó la mano por la cara y le metió los dedos en la boca para que probará su semen.
-Voy a cagar y a ducharme, si quieres descansa y luego te bañas.

Raúl aprovechó y se puso la sotana y comenzó a tomarse fotos. Se abotonó la sotana dejando su pene por fuera y colocó la cámara para un selfie con el timer.

-Le voy a dar la sorpresa al padre, se pondrá feliz cuando le diga que voy a dormir con el. -Berta abre la puerta y se consigue a Raúl tomándose fotos en el sofá con la sotana.
-¿Quien eres tú blasfemo, pervertido? -Raúl solo tuvo tiempo de dejar la cámara en el sofá cuando Berta se le tiró encima y darle cachetadas, lo tomó del pelo arrastrándolo por el piso, Raúl gritaba. Le quitó la sotana y lo dejó desnudo.
-¡Te vas de esta casa enfermo!
-¡Vieja loca, me hiciste daño!
-Daño el que has hecho tú, incitando al padre, provocándolo
-¿Que pasa aquí? -Sale en toalla Ramón.
-Digame usted padre, yo vengo con toda la ilusión a darle una sorpresa y la sorprendida soy yo.
-¿Tú te coges a esta? -Berta le dio una cachetada.
-INSOLENTE. ¿Quien es este afeminado?
-Es el hijo de uno de los ingenieros responsables de la restauración.
-Yo me voy. -Raúl se fue a vestir, Berta estaba indignada.
-Yo iba a quedarme con usted hoy pero ya veo que ha quedado satisfecho sexualmente con este ser.
-No digas eso. Yo quiero más y contigo.
-Hoy no será padre, estoy dolida.
El chico salió y tomó su cámara. Berta se la quitó de un tirón.
-Que la venga a buscar tu padre para contarle lo que hiciste. -El chico se le lanzó encima a Berta que dejó la cámara en la mesa y lo agarró por la chaqueta de peluche y lo sacó de la casa tirándole al piso. Cerró la puerta quedando ella afuera con Raúl.
-No te quiero ver más en esta casa maricón. Te veo cerca de la iglesia y te mato. El padre Raúl es mi hombre y no lo toca otra mujer.
-Ah tú quieres que peleamos de mujer a mujer. Déjame decirte que soy peor de mujer. -Le dio una fuerte cachetada a Berta que la hizo trastabillar. Se fue.

-Vieja pajúa, puta y pajúa







 

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