jueves, 18 de marzo de 2021

Huevos revueltos. Capitulo 67

 




-Ay abogado ¿Cómo haremos con este chico para que tome el buen camino? -Le decía Berta a Oto.

-Señora, llámeme Oto. Lamento no poder ayudarla, soy abogado no psiquiatra, lo que puedo recomendarles es que hablen con él.
-Les recuerdo que sigo aquí. -Levantaba la mano David.
-Voy a llevarlo con el padre Ramón.
-Pero que empeño con llevar al chamo con el pervertido ese. No lo va aconsejar, se lo va a coger.
-Por Cristo, José David, tenemos visita y tú diciendo blasfemias.
-El cura se coge todo lo que se mueve, lo que pasa es que mi esposa está enamorada de él. -José David le hablaba en voz baja a Oto.
-Bueno, ya me tengo que ir, se me hace tarde para ir al trabajo.
-Yo bajo contigo. -Dijo Jorge.
-Si si, vete ya Jorge a tu casa. Deja a David tranquilo.
-Señora Berta, David me llamó para que lo acompañará, no fue al revés.
-Buenos tardes a todos y cualquier cosa se comunican conmigo. Estoy a la orden.
-Muchas gracias por todo Oto, esta es tu casa, cuando quieras vienes y si tienes que arreglar tu carro, no dudes en llevarlo. Baja la aplicación del taller, búscalo como taller D&D el taller se llama David y David.
-Gracias. Hasta luego David y no te metas en problemas, que ya tienes 18 años.
-Si, chao.

Oto y Jorge salieron de ese apartamento.
-Ese abogado está perfecto para ti David, voy a hablar con él y cuadrar una cena.
-¿Tú quieres que todos los hombres de la ciudad se cojan a David a ver con cuál lo encasquetas?
-Ay papá, Dios te oiga. -Pensaba David viendo a su madre.
-Tú en lo único que piensas es en el sexo.
-Te recuerdo que te metiste en esa aplicación de maricos para que viniera un tipo a cogerse al niño aquí a la casa.
-¡Bueno ya! Me está dando vergüenza escucharlos, parezco un prostituto y ustedes mis proxenetas. Me voy a mi cuarto.
-Me dijo proxeneta.
-Bueno Berta...es lo que parece, le buscas machos para que se lo cojan.
-Para una relación estable José David, nadie me comprende en esta casa, me voy.
-Si vete dónde el sádico de sotana para que le cuentes nuestros pecados. Yo me voy a trabajar al taller.
-Y a fornicar con la zorra que te limpia el taller. -Berta se fue a su habitación.

-En esa casa como que no te quieren mucho.
-No...pero eso es ahora, antes la Berta me amaba, ella me contactó por Grindr para que me cogiera a su hijo, se hizo pasar por él, cálate esa verga. Y quería que fuera su novio y me llamaba y me prestaba su cama para que me cogiera a David.
-Coño pero que mujer tan loca.
-¿Loca? Demente, esa mujer está mal de la cabeza. ¿De verdad estás apurado?
-No, de hecho no tengo ganas de ir al trabajo.
-Vente a mi casa. Mis papás no llegan sino después de las seis.
Oto lo pensó unos segundos. -¿Dónde vives?
-Aquí a cinco edificios, si quieres deja el carro aquí o lo estacionas allá.
-Ok, déjame moverlo.
-Nos vemos allá. -Oto se fue al carro y en eso Berta salía del edificio.
-Ay Oto cariño, sigues aquí, que bueno, ¿Me das la cola a la iglesia?
-Eh...si, si, pero vamos al edificio de Jorge para decirle, es que quedé en conversar unas cosas con él acerca del caso.
-Mmmm ya. Ok.

-Jorge, voy a llevar a la señora Berta a la iglesia y regreso.
-Dale tranquilo, te espero aquí, hasta luego señora Berta.
-Hasta nunca. Arranca Oto.

-Ese muchacho ha sido una mala influencia para mi hijo, creí que era un buen muchacho, sus padres son un encanto.
-Bueno, a lo mejor no es compatible con su hijo, pero son amigos.
-Es mala cama. No caigas en sus mentiras, va aprovechar que sus padres no están para que subas y forniquen pero vas a perder el tiempo, no sirve.
-Vamos a conversar del caso.
-Hijo, soy mamá pero no soy gafa. Tú eres muy guapo, atraes sexualmente a cualquier hombre o mujer, Jorge lo que busca es eso, sexo, vive metido en esa aplicación de buscar sexo cerca de donde está, es un promiscuo. Si caes en su trampa protégete, usa condón y el también que use.
-Tranquila señora Berta, ¿Usted trabaja en la iglesia?
-Si, ayudo al padre en todas sus cosas y le hago compañía, es mi guía espiritual, ay mira quién llega ahí, que raro a esta hora él aquí.
-RENATO, RENATOOOO.
-¿Renato? ¿Será Renato el ex de Tín? Mierda pero mira la barba y está gordo.
-Renato te presento a nuestro abogado.
-Hola Oto, Dios te bendiga ¿Cómo estás?
-Epa Renato. -Oto se bajó del carro. -Estás cambiadísimo. -Renato lo abrazó.
-Dios me cambió y para bien. -Berta se llevó las manos a la boca emocionada. -No es casualidad que estés en la casa del Señor Oto, viniste porque tengo que pedirte perdón por lo de Ignacio, fue un comportamiento muy feo y bajo, ya lo hablé con Dios pero quería decírtelo a ti.
-No...bueno...tranquilo, te perdono, sin rencor.
Renato lo volvió a abrazar.
-Ahora te toca a ti pedir perdón ante Dios y arrepentirte, estás en pecado al mantener una relación, además de ser hombre, casado. Entra y habla con Dios.
-Si, yo voy a hablar con él pero otro día, estoy ocupado, yo te llamo y me explicas como lo hago.
Berta se acercó. -Te voy a escribir para organizar una cena y así conoces mejor a David, él necesita alguien ajeno a la familia que lo guíe. Gracias por aparecer en nuestras vidas. -Oto estaba sientiendo un poco de miedo, pensaba que había entrado a una secta religiosa. Se despidió de ellos y se fue de ahí rápidamente.

-Verga de pana que la tipa esa está chiflada y encima me conseguí a un amigo, bueno el ex de mi mejor amigo ahí que también es de la iglesia.
-¿Renato?
-Si, ahora está de un religioso... Ese carajo era más puto, podrido bueno, eso sí, pero ahora está gordo y pálido aunque la barba le queda bien.
Jorge le dio un beso en la boca. -Dejemos de hablar de esa gente y concéntremonos en nosotros. -Ambos se desvestían mutuamente, Jorge al ver el pene de Oto se agachó y comenzó a mamar, se lo metía todo en la boca y hasta los testículos, Oto lubricaba de la excitación. Sacó todo el pene y chupaba el glande viendo a Oto a los ojos. -Mama ahora tú.
Oto se arrodilló y comenzó a mamarlo con rapidez, Jorge le acariciaba el cabello y Oto le apretaba las nalgas.
-Te quiero coger.
-Si, vamos de una. -Oto se tumbó en la cama boca arriba y levantó las piernas. Jorge le vio el culo y se mordió el labio agachándose para chuparlo.
-Coño que rico, dale, ábrelo.
Jorge lo chupaba y metía su lengua.
-Es mala cama, es mala cama, es mala cama. -Se repetía la voz de Berta en la cabeza de Oto.

Jorge se levantó y buscó un condón y el lubricante. Abrió con los dientes el paquete metálico y comenzó a ponérselo. -¿Quieres que te dé duro o suavecito?
-Duro.
-Que bien
Jorge apoyó su pene en el culo de Oto y fue empujando, no entraba y su pene perdió erección. Comenzó a masturbarse. -Ya va, deja que se pare bien. -Volvió la erección y empezó a introducirlo. Su pene se bajó.
-¿Te lo mamo?
-Ya tengo el condón.
-No importa ven. -Oto comenzó a mamarlo y Jorge recobró la erección, su pene estaba duro.
-Ponte, dale. - Oto se volteó y se arrodilló en la cama. Jorge volvía a penetrarlo. De nuevo el pene se puso flácido.
-Es mala cama, no sirve, es mala cama, no sirve. -De nuevo la voz de Berta en su mente.
-Coño, no sé qué pasa, que mierda, ya va. -Volvió a masturbarse y su pene se puso duro. -Ahora si. -Tampoco.
-Coñodelamadre.
-Tranquilo chamo, vamos a pajearnos, esas cosas pasan, no te enrrolles. -Se acostaron y comenzaron a masturbarse mientras se besaban, nuevamente Jorge había perdido la erección mientras Oto se masturbaba con rapidez y se ponía tenso hasta que el semen brincó en el aire dos veces y luego escurría de su glande. Jorge seguía masturbándose con el pene flácido, estaba agotado y no terminaba de acabar hasta que se detuvo.
-¡Me cansé! Coño que pena, con las ganas que te tenía. ¡Cógeme tú!
-Soy pasivo.
-¿En serio? Coño...
-¿Me puedo duchar?
-Si claro...hay toalla y jabón.
-¡Coño! Que cagada vale, me lo quería coger. ¿Marico por qué te bajas no joda? Me dejaste mal.

Oto se secó, se vistió y Jorge le dio un vaso de agua para luego abrirle la puerta.
-Disculpa lo malo, no me suele pasar esto...que chimbo.
-No vale tranquilo, cosas que pasan, estás cansado, estresado, el asalto, esas cosas influyen.
-Creo que es la vieja esa de Berta y su mala vibra.
-Es mala cama, es mala cama, es mala cama.
-Recordó Oto y se sonrió.
-¿De qué te ries? 
-De eso que dijiste de Berta, me hizo gracia.
-No es joda chamo, a esa tipa se le soltaron unos cables. Hay que tener cuidado con ella.

Oto montado en su carro iba pensando en todo lo que sucedió.
-Mierda ¿que estaba pensando Jaime cuando me mandó con esta gente? Le dio arrechera que renunciara, gente pa loca todos y encima iba a tener un momento de esparcimiento y  este pana no aguantaba el guevo para'o. Coño ni a Hector que tiene 55 años le ha pasado. ¡Que arrechera!
-Recibió un mensaje de voz de Agustín.
-Oto, mi papá está en la clínica, está vez si fue un infarto y está mal.-Oto cruzó en la primera calle para dar la vuelta y se fue a la clínica.

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